Esta semana está siendo muy dura para los hoteles de Madrid especializados en el segmento MICE, que han visto cómo la ocupación ha caído a la mitad. Por su parte las cancelaciones siguen una senda imparable al alza con incrementos de un 38,3% en número de pernoctaciones y de casi un 45% en el importe de las reservas, según datos facilitados por Mirai. La consultora también ha confirmado cómo suben un 24% las cancelaciones de hotel y ahora toca gestionar la incertidumbre, según publicó HOSTELTUR noticias de turismo. Los hoteleros de la capital hablan hasta de “repercusiones dramáticas en las previsiones de marzo y abril”.
La situación que están viviendo es ciertamente muy delicada. Algunos advierten que “la alarma social ha paralizado el mundo” y reconocen que nunca se habían enfrentado a una situación así de parada de golpe del negocio, “ni siquiera tras el 11-S”.
Enero y febrero ya habían sido unos meses “raros” para el MICE en Madrid y marzo, que se presentaba con óptimas perspectivas, sufre este descalabro
Lo cierto es que el MICE se ha paralizado esta semana y los hoteleros lo están sufriendo en su piel, con caídas de la ocupación del 82% al 40% en sólo unos días y con previsiones de apenas el 30% para abril. “Hay días en los próximos meses en que ronda el 0%”. Y lo peor, como subrayan las mismas fuentes, es que “no tenemos horizonte temporal”.
Gráfico de Mirai que refleja la evolución de las cancelaciones en la Comunidad de Madrid en la última semana.
De momento en sus departamentos de reservas las únicas llamadas que reciben son de cancelaciones, y los grupos han desaparecido de sus libros de reservas. Y es que no sólo se han suspendido todos los congresos, con especial incidencia en los médicos siguiendo las recomendaciones del Ministerio de Sanidad, sino también las pequeñas reuniones y el tráfico corporativo.
Medidas adoptadas
Ante esta situación tan inédita, los hoteleros están “negociando contrarreloj los re-booking. Hoy por hoy hay más cancelaciones que disponibilidad a partir de septiembre, que es cuando los grupos piden la recolocación, por lo que está siendo sumamente complicado”.
El quid de la cuestión se plantea ante la duda de cobrar o no los gastos de cancelación, “una herramienta financiera pero demoledora comercialmente”. Los hoteleros tratan de que “el impacto a futuro de las relaciones con nuestros partners no se enturbie -que es muy fácil- en estas negociaciones”.
En la operativa están “trabajando en un plan de contingencia de gastos que deberá pasar inexcusablemente por una revisión y ajuste de plantillas, así como la reducción de cualquier gasto no necesario para la estricta operación del hotel. También se congela cualquier inversión prevista para este año que no estuviera contratada con antelación”.
En otros casos se plantea “operar el hotel como si fuera agosto, tradicionalmente el mes más débil en Madrid, reduciendo los gastos al mínimo, como las compras de alimentos y bebidas o el cierre de alguno de los puntos de restauración en el establecimiento”.
Fuente: www.hosteltur.com
