- Con más de un siglo de historia, este hotel es mucho más que una opción de lujo para alojarse en la capital cántabra
Imponente sobre la bahía, el Eurostars Hotel Real no es simplemente un alojamiento: es un ápice de historia anclado en el paisaje cántabro. Abierto en 1917, este emblemático edificio ha sabido conservar intacto el espíritu de la Belle Époque, adaptándose con sutileza a los códigos del lujo contemporáneo.

Eurostars Hotel Real, un emblema en la ciudad. / D.R.
Desde su posición elevada, rodeado por cuidados jardines y con vistas privilegiadas al mar Cantábrico, el hotel ofrece un refugio de paz y distinción. Cada rincón, desde los amplios salones con lámparas de araña hasta las terrazas con vistas infinitas, evoca la magia y el misterio de tiempos pasados.

La propuesta gastronómica del hotel rinde homenaje al Cantábrico con productos frescos y elaboraciones que realzan la esencia del norte. / Mon Osaka
Una experiencia más allá de la estancia
Las habitaciones y suites del Eurostars Hotel Real están decoradas con una elegancia clásica. Muchas de ellas cuentan con balcones o terrazas desde donde contemplar el amanecer sobre la bahía o dejar perder la mirada entre las olas. Dormir aquí no es sólo descansar: es formar parte de un legado y su historia.

Entre jardines señoriales y el murmullo del mar, este refugio de serenidad ofrece una combinación única de clasicismo refinado y confort contemporáneo. / Mon Osaka
En el restaurante, la propuesta culinaria se articula en torno al producto local y de temporada. Sabores atlánticos, recetas tradicionales reinterpretadas con técnica y respeto, y un entorno que multiplica la experiencia: una sala acristalada que se asoma al mar y que convierte cada comida en una celebración.

Referente indiscutible de la ciudad, el Eurostars Hotel Real encarna la perfecta armonía entre historia, distinción y hospitalidad. / D.R.
Un icono que trasciende el tiempo
El Eurostars Hotel Real no solo forma parte del perfil santanderino, forma parte de su identidad. Ha sido testigo silencioso de décadas de transformaciones, pero siempre ha mantenido su esencia intacta: la de un hotel que representa la elegancia atemporal, el servicio impecable y la conexión con su entorno.
Artículo publicado originalmente por elperiodico.com