El ‘business travel’ pertenece a un sector con una clara tendencia al alza, y aporta una idea del dinamismo y el grado de apertura internacional en la economía de un país. En estos términos, España ha salido beneficiada, y el optimismo se abre paso entre los gestores del sector, pues sus empresas invertirán este año un 2,7% más en viajes de negocios que el año pasado. Una cifra levemente superior a la que se prevé de media en Europa, donde la estimación alcanza el 2,5%, de acuerdo a las conclusiones del Barómetro Europeo de Viajes de Empresa 2017, de American Express Global Business Travel.
El ‘business travel’ es una herramienta fundamental para el proceso de internacionalización de una empresa, por lo que estos datos sobre las compañías españolas aportan cierto optimismo sobre su desarrollo y la expansión de sus negocios más allá de las fronteras.
Además, España ya es una referencia internacional en turismo de negocios. El impacto económico que generan, contribuye en gran parte a la sostenibilidad de sectores complementarios, esencialmente de servicios, afectando también en un fortalecimiento de la imagen internacional del país y su posicionamiento como un destino idóneo para los negocios.
En el estudio, donde han participado alrededor de 1.000 empresas de 11 países europeos, cabe destacar el cambio paulatino de la percepción de este sector del turismo por parte de las compañías europeas, pues casi un 50% señalan que el viaje de negocios es considerado una inversión. Éstas consideran este tipo de medidas como una palanca de crecimiento para las empresas, en lugar de gestionarlo como un coste necesario, frente al 24% que así lo creía el pasado año. Esa tendencia se consolida en Reino Unido (donde un 76% de los participantes creen que el ‘business travel’ es una inversión para la compañía) y Alemania (donde lo cree un 54% de los encuestados). Es decir, los viajes de negocios se dejan de ver como un coste de cara a las empresas, y comienzan a apreciarse como una necesidad.
Respecto a esta conclusión, el presidente de American Express Global Business Travel en España, Luis Dupuy de Lôme, señala que «el hecho de que el ‘business travel’ deje de ser visto como un coste y pase a ser percibido como una inversión entre las empresas supone situar el viaje de negocios en una posición estratégica clave para el crecimiento y para el cumplimiento de objetivos de las compañías».
En el caso de España, esta tendencia va ligada a un cambio en las políticas de viajes de las empresas, debido, en gran parte, a que éstas ya tienden a situar al viajero de negocios en el foco de sus prioridades.
Preferencias de las empresas
Por ello, la situación se está orientando hacia un modelo donde la empresa se adapta al perfil del viajero.
Asimismo, las empresas tienen preferencias en el proceso. Una de sus mayores preocupaciones en relación los viajes corporativos es la seguridad, que se muestra como prioridad para las empresas europeas este año. Tanto es así, que un 64% de las compañías participantes hacen uso de tecnología para la localización del viajero en caso de emergencia (5 puntos porcentuales por encima del dato del pasado año).
Por otra parte, según los resultados del Barómetro, aumenta la preocupación de las compañías por la satisfacción de sus viajeros; este año un 57% de las empresas europeas miden la satisfacción de sus viajeros frente a un 49% del año anterior. En este sentido, Luis Dupuy de Lôme señala que «los travel managers son cada vez más conscientes de que la adopción de herramientas y procesos que afectan de forma directa a la experiencia de viaje, tales como la incorporación de tecnología móvil, poseen un impacto positivo sobre la productividad del viajero».
Fuente: El Mundo
