La compañía aérea alemana Air Berlin, declarada insolvente a mediados de agosto después de que su principal accionista, la catarí Eithad Airways, decidiera retirarle la respiración asistida, pasará al depósito de empresas fallidas el próximo 28 de octubre. Esa es la fecha límite que ha mencionado en una misiva a los trabajadores la dirección de la aerolínea. «Es poco probable que podamos operar con el código AB más de tres semanas», reza la carta, firmada por el presidente de Air Berlin, Thomas Winkelman, y por el apoderado general en el proceso de insolvencia, Frank Kebkus. A final del escrito, otra mala noticia, ésta vez para los consumidores. Todos los billetes adquiridos para más allá de esa fecha perderán validez y muy posiblemente también el derecho a devolución. Se calcula que son más de 200.000.
La fecha del enterramiento de la compañía que llegó a pisarle los talones a Lufthansa, eliminó de un plumazo a sus competidores abriendo rutas por doquier y aplicando una política de precios muy agresiva, no va ligada a las negociaciones en curso, lo que confirma que ninguna de las empresas con las que en estos momentos se conversa está interesada en la marca AB.
Air Berlin negocia en exclusiva desde hace semanas con el grupo alemán Lufthansa y con la británica EasyJet la venta de la flota y otros segmentos de la empresa. Lufthansa ha mostrado su disposición a adquirir 93 de los 134 aviones restantes de la compañía y Easyjet pretende hacerse con entre 27 y 30 aparatos. El próximo jueves está previsto que se anuncie el resultado de esas negociaciones. Ese mismo día, según anuncian los directivos en la carta, finalizará igualmente la «acordada exclusividad para las negociaciones» con Easyjet y Lufthansa, por lo que, de no llegarse a un acuerdo con ambas compañías, se abrirá la puja de nuevo a otros grupos que han mostrado su interés y que fueron descartados en esta primera ronda.
Mientras, Niki, la filial austríaca de Air Berlin, podrá seguir operando, al igual que la alemana LG Walter y los 38 aparatos alquilados actualmente a Eurowings, filial de la alemana Lufthansa. Eso supone, al menos por el momento, garantía de empleo para 900 trabajadores en Niki y 400 en LG Walter. El resto, hasta llegar a los 8.000 que emplea Air Berlín, se queda en el aire, a la espera de negociar un plan social y de la voluntad del nuevo propietario. Pero no será fácil y la empresa no da muchas esperanzas en la carta a sus trabajadores. Lufthansa acaba de suprimir de su filial Eurowing un millar de puestos de trabajo y opta a hacerse total o parcialmente con también quebrada Alitalia. Así las cosas, la empresa ha solicitado un crédito público para asegurar a sus empleados un salario hasta abril de 2018. Y animado a su plantilla a buscar empleo. Hoy mismo se celebra en Berlín una feria por el empleo con la participación, entre otras grandes empresas, de Deutsche Bahn o Zalando. Para los pilotos, ninguna opción.
Fuente: El Mundo
